En todo juego de rol somos uno o más aventureros viajando de pueblo en pueblo, país en país, reino en reino ayudando gente, matando monstruos, salvando princesas, asaltando Dungeons, buscando objetos mágicos para el rey de turno y muchas cosas más.
Siempre volvemos de nuestro viaje con los bolsillos llenos de oro y lo gastamos en pociones, hechizos, armas y armaduras nuevas.
Pero, ¿Qué pasa mientras tanto en el reino? ¿Cómo funciona la economía de un reino al cual vive llegando gente con los bolsillos llenos de oro? ¿Qué planes tiene el monarca sabiendo que sus tierras están repletas de castillos malditos, ruinas antiguas y campamentos Goblins? ¿Tiene pensado un plan económico para sacar provecho de estos aventureros locos que siempre necesitan armas y armaduras nuevas?
Pues Majesty nos deja buscar la respuesta por nosotros mismos. En Majesty somos un Monarca que tiene a cargo un reino de fantasía. A primera vista parece un juego de estratega en tiempo real más del montón. Pero nada más lejos que eso.
Si bien hoy en día el nombre Majesty es un poco más conocido debido a su genial segunda parte salida a principio de año, en su momento y pese a recibir buenas críticas, el juego quedo en el olvido.
En Majesty Construiremos edificios entre los cuales están los Gremios y los templos que nos permiten contratar Héroes. Y cuando digo héroes no me refiero a un soldado más del montón que enviaremos a la muerte segura contra el enemigo, si no un Héroe al estilo de los clásicos RPGs, con Características, habilidades, armas e inventario, que van ganando experiencia y subiendo de nivel.
Lo primero que viene a la cabeza es “¿Es un Dungeon Siegue pero con muchos personajes”? No, para nada. En el juego no tenemos ningún control sobre nuestros Héroes. Estos se moverán de acuerdo a su voluntad y clase de personaje.
Es así como los Rangers exploraran el mapa y recogerán hierbas para envenenar sus armas, los Rouges primero robaran el dinero de los Dungeons antes de atacarlos y escaparan a la primera oportunidad, etc.
Ahí es cuando descubrimos a lo que se refiere el titulo “The Fantasy Kingdom Sim”. Tendremos que construir tabernas para que los héroes se reúnan, una herrería e investigar nuevas armas y armaduras para que los héroes mejoren las que ya tienen, un mercado que venda pociones de curación y anillos de protección, una librería donde los magos estudien nuevos hechizos, etc.
Muchos otros edificios tienen múltiples usos. Por ejemplo, el gremio de Magos además de contratar nuevos magos, los héroes podrán pasar por ahí para encantar sus armas con el ya clásico “+1”.
Pero ahora llega la pregunta del millón, ¿Cómo podemos cumplir las misiones de cada mapa si no podemos controlarlos? Muy fácil, haciendo lo que un buen monarca haría: Poniendo recompensas, ya sea por la cabeza de un monstruo, destruir un Dungeon o explorar el mapa. Si bien al principio parece complicado, la cosa se vuelve más fácil cuando comenzamos a seguir una simple regla “Confia en los héroes”. Ellos van a saber qué hacer y cuando escapar… la mayoría de las veces.
Obviamente el juego no es perfecto y muchas veces nos encontramos con algunos errores como un héroe nivel 1 tratando de atacar a un vampiro o a un Gigante. Pero no es anda que lo haga injugable.
Los enemigos son bien clásicos: Desde hombres-lobo, vampiros, goblins, esqueletos hasta Hechiceros, demonios y dragones. Cada uno de ellos, los héroes y los edificios tienen en una pestaña un pequeño apéndice que cuenta algo sobre su historia, fortalezas y debilidades.
Los templos son un tema aparte. Muchos no se llevan bien con algunos en particular, haciendo que en cada mapa, cuando elegimos construir uno, muchos otros no los podremos construir. O al elegir el templo e Krolm por ejemplo, que hace que ningún otro templo quiera venir a nuestro reino.
Tendremos un mapa de toda la tierra de Ardania donde elegir las distintas misiones. Estas no tienen relación entre sí, y si bien da lástima perder a nuestros poderosos héroes de una misión a otra, es parte del sistema estratégico del juego y al final nos terminamos acostumbrando.
Los mapas están hechos al azar al empezar cada misión e incluso podemos seguir jugando y probando nuevas unidades una vez terminada la Quest del mapa, haciendo que puedan jugarse varias veces cada una alargando la vida del título.
Y si todo esto fuera poco, Majesty tiene un creador de escenarios al azar donde eligiendo unas variantes, podemos jugar el mapa que se nos ocurra. Podemos elegir el tipo de enemigos, si vendrán en olas inacabables, con cuantos edificios empezar, si los Dungeons reviven después de un tiempo, etc., etc.
Majesty es el juego de estrategia para los amantes de rol, sacándonos una sonrisa casi todo el tiempo con distintas sátiras y homenajes a los más clásicos clichés del género.
La segunda parte, que acaba de recibir su segunda expansión, es también excelente, y profundiza un poco más en todo, pero no lo suficiente. Es también recomendable, pese a su alto nivel de dificultad, pero si tuviera que elegir, me quedo ampliamente con el primer título. Su estilo grafico, su diseño, sus mapas, sus monstruos… Majesty es una obra de arte que paso desapercibida.
Paso de darle puntaje, devido a que es muy querido para mi y eso no seria objetivo.
Algunos videos:
NOTA: Hoy puede encontrarse solamente la version Gold que trae todos los parches y la expancion.
ANÉCDOTA: El juego se maneja con un sistema RPGs básico, que a veces puede llevar a situaciones muy graciosas. Por ejemplo, los esqueletos son casi inmunes a los proyectiles. Tiene sentido, pero el juego toma como proyectiles a todo ataque a distancia. Así las bolas de fuego de un dragón, que destruyen edificios de un soplido, a los esqueletos apenas les hace un rasguño. Y si tenemos a las hechiceras que invocan huestes de estos No-muertos, podemos ver como un grupete de 10 esqueletos derriba a martillazos a un dragón. Es genial